Conjuntamente con las normas de higiene, deben de mantenerse unos buenos hábitos de selección y uso del calzado:
- El calzado debe de utilizarse siempre con calcetines.
- No utilizar sandalias, chanclas o zapatos que dejan los pies al descubierto.
- Se debe de evitar el uso de zapatos con tacón y que terminan en punta.
- El calzado debe de ser cómodo, que no ajuste ni provoque rozaduras o lesiones en los pies.
- Los zapatos se aconseja sean de piel, sin costuras internas, flexibles, ligeros, transpirables y con el suelo que no resbale.
- Se aconseja comprar el calzado al final del día, cuando los pies están más hinchados, así el zapato que en ese momento es cómodo, se garantiza que lo será a lo largo de todo el día.
- Los zapatos nuevos deben de utilizarse durante periodos cortos los primeros días.
- La compra de zapatos ortopédicos debe de realizarse bajo criterio y prescripción médica.
- Los zapatos deben de mantenerse adecuadamente, reparándolos y asegurando el buen estado de las suelas.
- Se debe de revisar el interior del calzado antes de ponérselo, para evitar que haya algún elemento (piedra, gravilla, alguna pieza del zapato…) que pueda lesionar el pie.
- Es aconsejable tener más de un par de zapatos para cambiarlos cada día y alternarlos, así se garantiza una buena ventilación de los zapatos y se evita la presión siempre en las mismas zonas del pie.
- Los calcetines y medias deben de ser de tejidos naturales (lino, algodón, lana) y sin costuras. No se deben de utilizar medias o calcetines sintéticos, con elásticos o gomas. No deben de quedar ni prietos ni flojos en la pierna y el pie.
- Se deben de cambiar diariamente los calcetines o medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez al día.
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