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sábado, 21 de mayo de 2011

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TALLER_PRACTICO_1

viernes, 15 de abril de 2011

INTRODUCCIÓN

PIE DIABÉTICO


 
El Pié Diabético es una complicación producto de la Diabetes no controlada, que en la medida que transcurre el tiempo va provocando deterioro progresivo e irreversible en distintos sistemas del organismo.

Es importante mencionar que los factores que se consideran probables desencadenantes como componentes neuropáticos, vasculares, isquémicos, infecciosos, o traumáticos, no siempre están incidiendo en la aparición de un Pié Diabético, por tanto es de suma importancia que una persona que es portadora de una diabetes primaria o secundaria, siempre trate con suma seriedad cualquier lesión que se presente en la extremidad inferior.
Es importante remarcar que no debe confundirse "pie diabético" con el pie de una persona diabética, ya que no todos los diabéticos desarrollan esta complicación que depende en gran medida del control que se tenga de la enfermedad, de los factores intrínsecos y ambientales asociados al paciente y en definitiva del estado evolutivo de la patología de base.




CLASIFICACIÓN DEL PIE DIABETICO


CLASIFICACION PATOGENICA

El término "pie diabético" ha sido utilizado con excesiva liberalidad para señalar cualquiera situación de desmedro o lesión que ocurre en el pie de un paciente diabético. Si bien ello viene a destacar convenientemente la vulnerabilidad del pie de los diabéticos, esta definición peca de ambigua, y es de poca utilidad cuando el problema se maneja en un nivel médico. Por lo anterior, es preferible hablar de "pie en riesgo" para entender al pie susceptible de desarrollar complicaciones y lesiones mas graves, y de "pie diabético complicado" cuando estas lesiones ya se han desarrollado.

I.- PIE EN RIESGO:


Es aquel que ha desarrollado alteraciones que lo hacen susceptible. Es el pie con neuropatía, el pie con enfermedad arterial obstructiva y el que tiene deformidades ortopédicas.

II.- PIE DIABÉTICO COMPLICADO:

La complicaciones pueden ser de variada naturaleza, y por ello es necesario especificar el tipo de complicación predominante en cada caso, sin perder de vista que la etiología del daño es multifactorial.
1. El daño neuropático tiene un componente somático y uno autonómico. El primero produce insensibilidad superficial y profunda. La incapacidad para reconocer la acción nociva de estímulos externos (quemaduras, heridas punzantes, contusiones, etc.) evidencia el compromiso de la sensibilidad superficial; el déficit de la sensibilidad profunda se traduce en la ausencia de los cambios de posición propios de la acomodación del pie (hiperqueratosis, lesiones por compresión, mal perforante). El segundo se asocia a piel seca, delgada y con pérdida de la untuosidad, por lo que es más susceptible a la acción de los hongos y bacterias.
2. El daño circulatorio se manifiesta por la mayor propensión que tienen los diabéticos a hacer arterioesclerosis obliterante, y por ende enfermedad arterial obstructivo (EAO) de vasos tronculares; por la oclusión de las arterias pequeñas y de las arteríolas, y por un daño difuso de la microcirculación. Expresión de este daño son el retardo de cicatrización (ulceras tórpidas y de aspecto pálido) y la tendencia necrótica de los procesos inflamatorios. Por este último concepto debe considerarse que toda inflamación, sea ella térmica, química, traumática o infecciosa, será necrotizante en el paciente diabético.
3. El daño ortopédico es consecuencia en parte de los factores anteriores, y son las deformaciones ortopédicas, que no serán tratadas aquí. Su existencia determina deformaciones, con procidencias óseas que llevan a las hiperqueratosis y las lesiones por compresión.

CUIDADOS DEL PIE DIABÉTICO


¿Por qué es importante el cuidado de los pies en el paciente diabético?


En la evolución de la diabetes, las complicaciones más frecuentes son la afectación de nervios y arterias. Las alteraciones vasculares alteran la circulación sanguínea y facilitan la aparición de edemas y de zonas mal vascularizadas, que dificultan la curación de las lesiones y heridas. La neuropatía diabética provoca la pérdida de sensibilidad, atrofia muscular y dolor.
Ambas alteraciones tienen especial repercusión en los pies, aumentando la frecuencia de producción de erosiones, pinchazos, cortes, quemaduras… que si no se cuidan se convierten en úlceras, facilitan la infección y pueden llevar a la gangrena y a la necesidad de amputaciones.

¿CÓMO DEBEN DE CUIDARSE LOS PIES EN EL PACIENTE DIABÉTICO?





Para evitar la aparición de úlceras, lesiones, infecciones y necrosis en lo pies es muy importante que el paciente diabético mantenga un buen control de la glucemia y evite los factores que pueden aumentar el riesgo de lesiones vasculares y nerviosas mediante:
  • Control de la glucemia, manteniendo correctamente el tratamiento con insulina y/o hipoglucemiantes orales.
  • Dieta alimenticia que facilite la estabilidad de los niveles de glucemia en sangre, evite la obesidad y garantice un adecuado aporte de proteínas, vitaminas y minerales al organismo.
  • Ejercicio físico que facilita el mantenimiento del peso adecuado, el metabolismo de la glucosa y la correcta circulación sanguínea en los pies.
  • Llevar un buen control de la tensión arterial y de los niveles de lípidos en sangre.
  • No fumar ni consumir alcohol u otras drogas.

¿CÓMO ELEGIR EL CALZADO?




Conjuntamente con las normas de higiene, deben de mantenerse unos buenos hábitos de selección y uso del calzado:
  • El calzado debe de utilizarse siempre con calcetines.
  • No utilizar sandalias, chanclas o zapatos que dejan los pies al descubierto.
  • Se debe de evitar el uso de zapatos con tacón y que terminan en punta.
  • El calzado debe de ser cómodo, que no ajuste ni provoque rozaduras o lesiones en los pies.
  • Los zapatos se aconseja sean de piel, sin costuras internas, flexibles, ligeros, transpirables y con el suelo que no resbale.
  • Se aconseja comprar el calzado al final del día, cuando los pies están más hinchados, así el zapato que en ese momento es cómodo, se garantiza que lo será a lo largo de todo el día.
  • Los zapatos nuevos deben de utilizarse durante periodos cortos los primeros días.
  • La compra de zapatos ortopédicos debe de realizarse bajo criterio y prescripción médica.
  • Los zapatos deben de mantenerse adecuadamente, reparándolos y asegurando el buen estado de las suelas.
  • Se debe de revisar el interior del calzado antes de ponérselo, para evitar que haya algún elemento (piedra, gravilla, alguna pieza del zapato…) que pueda lesionar el pie.
  • Es aconsejable tener más de un par de zapatos para cambiarlos cada día y alternarlos, así se garantiza una buena ventilación de los zapatos y se evita la presión siempre en las mismas zonas del pie.
  • Los calcetines y medias deben de ser de tejidos naturales (lino, algodón, lana) y sin costuras. No se deben de utilizar medias o calcetines sintéticos, con elásticos o gomas. No deben de quedar ni prietos ni flojos en la pierna y el pie.
  •  Se deben de cambiar diariamente los calcetines o medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez al día.